EXILIO || CAPITULO 4
Capítulo 4 Buscar trabajo es una mierda enorme. Una mierda que me mantiene ocupado. Ya ha pasado un mes desde que papá no llegó a cenar. Mamá empieza a salir más, a reírse de las cosas graciosas que ve por televisión. Empieza a hacer planes con sus nuevas amigas. Si nuevas. Desde que él ya no está, se ha metido de fondo a la iglesia. Ahora me obliga a ir cada domingo a misa. Lo detesto, pero lo hago por ella. En cuanto al trabajo y el dinero, nos las hemos apañado con los ahorros de mi padre y algunos que otros trabajos que las vecinas y vecinos me piden que les haga: podar el pasto, sacar a pasear al perro, ayudarles con las compras, arreglar el lavabo, ir por ropa a la lavandería, incluso Beatriz, una de las nuevas vecinas de la colonia y la chica que conocí mientras corría con Rico, me ha pagado por ciertos "favores". Me siento una mierda por tener que recurrir a esos "favores" para conseguir un poco de dinero, pero no hay empleo para alguien como yo. No